miércoles, 6 de abril de 2011

Los beneficios de 'quedarse en blanco'


¿Es posible que, ante cualquier dolor de tipo físico y mental, el poder de la meditación fuera igual de fuerte que un analgésico? ¿Podemos ahorrarnos una pasta en medicamentos recurriendo a esta técnica milenaria oriental? Pues parece ser que sí, que gran parte de los dolores que sufrimos podrían mitigarse o mejorar con la práctica diaria de la meditación.


Poco a poco, comienzan a demostrarse de manera científica sus beneficios. Y eso que cuando se habla de "medicinas alternativas" siempre hay personas de poca fe que se aferran a la falta de evidencias cuantificables para dudar de sus virtudes. Sin embargo, cada vez son más los seguidores de esta técnica que ponen sobre la mesa su utilidad.


Así, un grupo de investigadores de la universidad de Carolina del Norte ha publicado en la revista 'The Journal of Neuroscience' un trabajo con 15 voluntarios jóvenes sin ninguna experiencia en meditación. De él se desprende que dedicar unos minutos al día a meditar puede tener un amplio efecto contra el dolor (incluso superior en algunos casos a los de analgésicos y a los opiáceos clásicos como la morfina). Los participantes recibieron cuatro días de 'formación' para familiarizarse con la meditación antes de comenzar el ensayo.


Lo hicieron con un monitor con 10 años de experiencia que fue introduciéndoles en esta técnica, que consiste en ir centrándose en el ritmo de la respiración hasta lograr dejar la mente en blanco de cualquier otro pensamiento. Posteriormente, les provocaron un dolor 'tolerable' en la pierna mediante calor intenso. Tras observar su reacción cerebral mediante un tipo de resonancia magnética, se observó que las imágenes cerebrales tomadas después del estímulo mostraron una reducción del 40% del dolor (aunque con un amplio rango de unos sujetos a otros: desde el 11% de unos hasta el 93% en el mejor de los casos). Según los investigadores, esta media está por encima del 25% de reducción del dolor que se logra con la morfina.


La clave de este éxito radica en que la meditación actúa a diferentes niveles cerebrales al mismo tiempo, por lo que no se puede ceñir su acción a un sólo punto del cerebro, sino a varias áreas. Vamos, que supone una mejora del estado físico y mental general.


Así que lo que toca ahora es empezar a ser conscientes de nuestra respiración y a quedarse en blanco más a menudo. Dejar a un lado por unos instantes todo lo que ocurre a nuestro alrededor (ya volveremos luego) y dirigir nuestra atención a la propia consciencia o al propio estado de concentración. Así se erradicará, al menos, el 40% de nuestros males.

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