lunes, 5 de agosto de 2013

Hacerse mayor también tiene sus ventajas



Cumplir años es lo mejor que hay (la alternativa es mucho peor). A medida que crecemos, acumulamos experiencias que nos harán más sabios y nuestra salud se beneficia también de algunas mejoras, aunque cueste creerlo.

Ya sabemos que los efectos de la osteoporosis, la pérdida de elasticidad de la piel, la oxidación celular y otras alteraciones hormonales son más comunes una vez alcanzados los 40, pero estamos hartos de oír siempre lo negativo de cumplir años. Así que vamos a enumerar las ventajas de hacerse mayor.

1.- Menor estrés y mayor diversión.

A partir de los 45 años, ya hemos aprendido habilidades para disminuir los efectos del estrés, pero además hay una explicación hormonal: con los años disminuye la secreción de cortisol (que se libera como respuesta al estrés) y se modula la concentración de hormonas tiroideas. El resultado, según Arthur Stone, psicólogo de la Universidad Stony Brook de New York, es que la ira y el estrés descienden desde la juventud, mientras la felicidad y la capacidad de divertirnos aumenta.

Y si a esto le añadimos una vida rica en actividades sociales y físicas, más estaremos contribuyendo a llevar una existencia placentera y larga.

2.- Mayor capacidad intelectual.

Algunas funciones cerebrales, tales como el pensamiento reflexivo, el vocabulario y la memoria a largo plazo, se agudizan con los años en las personas que son mentalmente activas. El doctor Francisco Arnalich, jefe de Medicina Interna del Hospital La Paz de Madrid, asegura que "mientras el estímulo sensorial se mantenga, la actividad intelectual no sufre involución con la edad". Así, para envejecer bien hay que vivir plenamente y con ilusión. Hay que mantener la curiosidad y buscar un horizonte de mejora y de superación.

3.- El corazón está en plena forma.

El electrocardiograma de una persona mayor y saludable se diferencia poco del de un adulto sano más joven. El corazón se puede fortalecer con los años, siempre y cuando se mantenga el colesterol y la presión arterial bajo control, y no surjan factores negativos, como la diabetes. Para ello, es fundamental controlar la presión arterial y el colesterol, mantener el peso adecuado, y evitar hábitos tóxicos como fumar y beber alcohol.

4.- Menos alergias.

Una alergia puede manifestarse a cualquier edad, pero a partir de los 50 años el cuerpo reacciona con menos vehemencia a las alergias estacionales que se han sufrido a lo largo de toda la vida, en especial a las gramíneas. El sistema inmune va cambiando con la edad, aparecen más enfermedades autoinmunes, como lupus, pero menos a alérgenos exteriores.

5.- Menos catarros.

Cada vez que el cuerpo está expuesto a un virus, desarrolla anticuerpos que le protegen en el futuro. Sin embargo, los virus son muy listos y mutan, motivo por el cual no adquirimos una inmunidad total. Esta mayor defensa no afecta a la gripe, que muta cada año.

6.- Mejor vida sexual.

El cambio en el equilibrio hormonal que comienza a los 40 años puede incrementar la libido de una mujer. En este caso, el deseo sexual es el resultado de un proceso químico, donde intervienen tres hormonas: andrógenos, prolactina y testosterona. A más testosterona, más libido. Y a partir del climaterio hay una disminución de estrógenos, pero un aumento de la testosterona.

7.- Disminuye la sensibilidad dental.

A medida que se envejece, se padecen menos dolores en los dientes, ya que se produce un estrechamiento gradual del espacio pulpar, provocado por el aumento de la dentina (tejido mineralizado que rodea al nervio) que provoca un aislamiento adicional. No es que los problemas odontológicos disminuyan, sino que pueden ser menos dolorosos, al producirse una reducción en la sensibilidad.

8.- Desaparece el sudor y la piel grasa.

La piel y el cuero cabelludo secretan menos sebo a partir de los 50 años. Desaparecen los brillos y los poros dilatados, y el pelo necesita lavarse con menos frecuencia. Eso sí, hay que mantener más hidratada la piel para que continúe flexible y aparezcan menos arrugas, porque las glándulas sebáceas segregan menos y eso se acompaña por un aumento de la sequedad de la piel.

9.- Cicatrizamos mejor.

Los tratamientos de cirugía son menos complicados en personas mayores porque la cicatrización es mejor. Las reacciones inflamatorias son menores y se recuperan más rápido.