lunes, 27 de abril de 2009

'MANHATTAN' cumple 30 años

Este fin de semana se han cumplido 30 años del estreno -el 25 de abril de 1979- de una de las películas más creativas de Woody Allen, 'Manhattan', lo que la convierte en un clásico imprescindible en su filmografía. Desde la escena inicial, pasando por sus diálogos mordaces, su descripción de la ciudad de Nueva York, la caracterización de unos personajes tocados emocionalmente y el jazz, todo resulta genial.

Pero yo me quedo con una conversación entre el personaje de Diane Keaton y Woody Allen, en la que ella le confiesa a él: "Me siento muy bien contigo". Y Woody le responde: "No te culpo, ¿sabes?"

jueves, 16 de abril de 2009

El alcohol en compañía, mejor para el corazón

Aunque a estas alturas ya sabemos (por propia experiencia o porque tenemos mucha información) que el consumo excesivo de alcohol es malísimo para la salud, beber de poco a moderadamente puede repercutir positivamente en nuestro corazón. Y no sólo eso. Un nuevo estudio japonés llevado a cabo durante casi 10 años ha demostrado que este efecto protector es incluso más acentuado entre los bebedores sociales; es decir, aquellos que se toman esa copita acompañados de amigos, familiares o compañeros de trabajo.

Eso sí, hay que advertir que esta conclusión se refiere sólo a los niveles más bajos de consumo, que son unos 300 gramos a la semana como mucho. Así que nada de darse al alcohol a tontas y a locas. Un grupo de investigadores de la Universidad de Osaka (Japón) ha descubierto los beneficios que tiene beber acompañado, tanto para el corazón como para prevenir los accidentes cerebrovasculares.

Sus conclusiones están basadas en los datos de casi 20.000 hombres de 40 a 69 años, que aceptaron responder un cuestionario sobre sus hábitos de consumo de alcohol y se sometieron después a un seguimiento médico para evaluar su estado de salud. En los 9,9 años de seguimiento se diagnosticaron 629 ictus y 207 casos de enfermedad coronaria.

Los resultados, publicados en las páginas de 'Alcoholism: Clinical and Experimental Research', confirman que los varones que consumían más de 300 gramos de alcohol a la semana (una copa de licor tiene alrededor de 40 gramos) tenían mayor riesgo de sufrir un infarto cerebral, sobre todo de tipo hemorrágico, debido a que el alcohol eleva la presión arterial y también hace que la sangre se vuelva más líquida.

Por el contrario, al comparar los hábitos sociales, los investigadores confirmaron que quienes bebían moderadamente y lo hacían acompañados, tenían menos riesgo de ictus y de problemas coronarios. Sin embargo, aquellos que tenían pocas relaciones sociales y bebían alcohol en solitario tenían, además, hábitos de vida poco saludables. En general, el estudio subraya que los bebedores solitarios eran más sedentarios, tenían mayores niveles de estrés y desempleo, solían carecer de pareja y tenían acceso a menos chequeos médicos de forma rutinaria.

Y es que, claro, no es lo mismo utilizar la bebida como elemento de socialización (tal como ocurre en muchos países -entre ellos, precisamente Japón-) que para ahogar las penas. Según los investigadores, los bebedores moderados tienen una mayor red de contactos sociales que quienes consumen más de 300 gramos de alcohol a la semana; un apoyo social y familiar que también repercute positivamente en la salud cardiovascular y acentúa las ventajas que pueda tener el alcohol a bajas dosis.
El problema aparece cuando se emplea el alcohol como única herramienta de socialización, pero ese ya es otro debate.

jueves, 2 de abril de 2009

Nueva receta para ser feliz: vivir con mujeres

A veces se nos tacha de histéricas, malas compañeras, compradoras compulsivas, perfeccionistas, retorcidas, hormonas con patas... Pero lo cierto es que todos estos calificativos no son más que algo anecdótico de la verdadera personalidad de las mujeres. Hoy me ha sorprendido la noticia de que las personas que crecen con al menos una hermana en su familia tienden a ser más felices y optimistas que las que sólo tienen hermanos varones, que serían más propensas a padecer estrés.

Y esto no lo digo yo, aunque me lo pudiera imaginar. La Universidad del Ulster es la que ha llevado a cabo un estudio según el cual los investigadores analizaron el estado psicológico de 571 personas -a partir de una serie de variables que se asocian con la buena salud mental-, de entre 17 y 25 años, y con hermanos, hermanas o ambos. Así, se ha comprobado que los jóvenes con hermanas muestran una mayor sociabilidad, tienen más paciencia y son, en conjunto, más equilibrados a nivel psicológico. Para los expertos, "la expresión de las emociones es fundamental para el bienestar psicológico, y las mujeres promueven este tipo de comportamiento".

Es más, el profesor Tony Cassidy, director de la investigación, ha señalado que, mientras las hermanas "promueven la comunicación y la cohesión en las familias", los varones tienden a producir el efecto inverso. Yo no quiero ni imaginarme qué puede ser una familia de, por ejemplo, cuatro o cinco hermanos varones sin más mujer que la madre que los parió. Sin embargo, no me produce la misma sensación imaginar la situación contraria. ¿Será porque soy mujer o nos pasa a todos?