jueves, 28 de febrero de 2013

Medicamentos para enfermedades olvidadas


También de buenas noticias vive el hombre. En el año dedicado a las enfermedades raras, la fundación Medicamentos para enfermedades olvidadas ha sido galardonada con el premio BBVA por "desarrollar y distribuir tratamientos nuevos y accesibles para enfermedades ligadas a la pobreza", entre ellas, el chagas, la malaria, la leishmaniasis o la enfermedad del sueño.
El jurado de los Premios destaca que desde su creación en 2003, la fundación ha desarrollado y puesto a disposición de los pacientes, a través de los sistemas nacionales de salud, seis nuevos tratamientos para enfermedades olvidadas. Estas patologías afectan a "las poblaciones más vulnerables del mundo", por lo que se han distribuido estos fármacos especialmente en Latinoamérica, Asia y África.
Y es que a estas patologías, que generan el 90% del coste en salud del mundo, se les dedica sólo un 10% de la inversión en investigación.
Las enfermedades olvidadas afectan a mucha población, pero se trata de personas que no despiertan interés económico y que no pueden sostener un mercado, razón por la cual no se realizan inversiones en este sector. Sin embargo, para subsanar esta deficiencia, la fundación ha adoptado un modelo basado en asociaciones como la Organización Mundial de la Salud y la Panamericana de la Salud, autoridades nacionales, agencias regulatorias, institutos de investigación, compañías farmacéuticas y organizaciones no gubernamentales.

Muchos afectados y poco dinero

Se estima que más de 1.000 millones de personas -una de cada seis en el mundo- padece alguna de las 17 enfermedades tropicales consideradas olvidadas por la OMS. Y, de ellas, 500 millones son niños. Estas enfermedades causan medio millón de muertes al año. Si a estos datos se añaden las de otras patologías ligadas a la pobreza como la malaria, la población afectada llega a los 3.000 millones de personas.
La institución es un organismo independiente, autosuficiente y sin ánimo de lucro cuyo objetivo es mejorar el acceso y la entrega de medicamentos esenciales y suministro médico de alta calidad al precio más reducido para países de medios y bajos ingresos. Nació hace 10 años por la iniciativa conjunta de siete instituciones públicas y privadas: Médicos sin Fronteras, Consejo Indio de Investigación Médica, Instituto de Investigación Médica de Kenya, Ministerio de Salud de Malasia, Instituto Pasteur (Francia), la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) de Brasil, y el Programa Especial para la Investigación y Entrenamiento en Enfermedades Olvidadas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Con un equipo de unas 120 personas repartidas en sus sedes de Suiza, Brasil, Congo, Kenia, India, Malasia, Estados Unidos y Japón, coordina una red de colaboradores que integra un total de 600 personas que trabajan en contacto con las instituciones públicas y privadas que se implican en cada proyecto concreto.

Implicar a diferentes instituciones

El objetivo es descubrir y desarrollar nuevos tratamientos para las 'enfermedades olvidadas' y para otras ligadas a la pobreza, asegurándose además de que sean accesibles de forma equitativa para la población de los países más desfavorecidos. Dadas las condiciones de los destinatarios, el tratamiento ideal debe tener las propiedades de ser administrado oralmente, ser seguro, eficaz, de bajo costo y corta duración. "El diagnóstico debe ser sencillo y el hecho de que sea oral y de corta duración es para evitar que tengan que desplazarse horas o incluso días para recibir un tratamiento hospitalario", afirman desde la fundación.
Asimismo, la estrategia consiste en detectar la necesidad de un tratamiento e implicar tanto a instituciones públicas como privadas, incluidos laboratorios farmacéuticos, para desarrollarlo, producirlo y distribuirlo. Entre los numerosos éxitos destaca el tratamiento para la enfermedad del sueño: "Fue un gran cambio -dicen desde la fundación-. Era difícil entrar en un hospital sabiendo que al usar medicinas derivadas del arsénico, un 5% de los pacientes iban a morir por la toxicidad del tratamiento. Pero no teníamos otra solución porque la enfermedad del sueño mataba al 100%".
Actualmente se está promoviendo la investigación para tratar otras dos enfermedades: la filariasis y el VIH pediátrico. Así, la fundación tiene en marcha un total de 30 proyectos en diferentes etapas del proceso y 11 de ellos son candidatos a generar nuevos fármacos. Si todo va bien, podríamos tener un tratamiento único para tres enfermedades ligadas a la pobreza con un precio mucho más bajo que los que tenemos ahora mismo.
En definitiva, un poco de luz para tanta sombra.