miércoles, 17 de marzo de 2010

EL OLOR DE LA VIDA


Si necesitas darte una inyección de vida, sólo tienes que cerrar los ojos y apoyar suavemente tu nariz en la piel de un bebé. Y a continuación, respirar. Respirar despacito, con calma, pero a conciencia. Es la mejor sensación que existe y la que nos recuerda de forma más auténtica, no sólo que estamos vivos, sino que la vida aún merece la pena.

1 comentario:

way dijo...

Definición perfecta.