martes, 14 de mayo de 2013

Tener autoestima para ser feliz


Por lo general, el niño que tiene una autoestima alta goza de una buena dosis de amor y, por tanto, es más feliz. La autoestima es la diferencia entre lo que pensamos que somos y lo que nos gustaría ser. ¿Cómo podemos saber si nuestro hijo tiene problemas de autoestima?

En los niños, el concepto de autoestima se desarrolla en cinco áreas: Social (sentimientos sobre las relaciones con sus amigos), Académica (percepción de su faceta como estudiante), Familiar (ubicación como miembro de una unidad familiar), Corporal (reflejo de cómo ve su aspecto físico o sus capacidades físicas) y Global (valoración general que hace de sí mismo).

Durante su desarrollo, los niños suelen presentar muchas alteraciones de conducta. Y eso es totalmente normal, puesto que necesita contrastar distintas situaciones. Pero hay actuaciones que persisten y que se convierten en comportamientos casi crónicos: por ejemplo, cuando el niño empieza a evitar actividades intelectuales, deportivas o sociales por medio al fracaso; cuando engaña, miente y echa la culpa a los demás;  cuando, por no confiar en sí mismo y en su capacidad, se hace el pequeño delante de los demás; cuando se vuelve agresivo o violento, y extremadamente tímido; cuando se niega a todo y se muestra frustrado delante de cualquier situación, o cuando la opinión ajena domina sus situaciones.

Si nuestros hijos presentan este tipo de conductas de manera persistente o recurrente, es importante que nos acerquemos más a ellos para intentar ayudarles, ya que el apoyo de la familia es fundamental en el proceso de recuperación. Pero si la situación es más seria, lo aconsejable es solicitar la ayuda de un especialista. El papel de la escuela también es importante, y debe contar con los recursos necesarios para identificar el problema y prestar la ayuda necesaria.

La autoestima es muy importante para cualquier persona porque puede ser el motor que le impulse a triunfar en el terreno personal. Por lo general, un niño con una buena autoestima suele demostrar el deseo de intentar cosas nuevas, de aprender, de probar nuevas actividades, de ser responsable de sus propios actos, de tener comportamientos pro-sociales, de tener confianza en sí mismo y en sus capacidades, de colaborar con los demás, de reconocer sus errores y aprender de ellos. En estos casos no debemos preocuparnos, ya que nuestros hijos estarán construyendo una buena autoestima.


lunes, 6 de mayo de 2013

Los hombres también viajan con sus peluches

 

Van de tapadillo y, en ocasiones, muestran una imagen dura e impenetrable, pero son tan sensibles como un niño. Un estudio de la cadena hotelera Travelodge asegura que cada vez son más los hombres que viajan con su osito de peluche. De hecho, la cadena ha reunido un total de 75.000 peluches olvidados por sus dueños en las habitaciones de sus 452 hoteles distribuidos por todo el mundo.

Y es que no sólo los niños se acurrucan con su peluche favorito para transportarse a la tierra de los sueños. Casi una tercera parte de los adultos, según el estudio, también necesita el abrazo de su osito para liberarse de las tensiones cotidianas.

En una encuesta realizada entre 6.000 británicos por esta cadena de hoteles, se confirmó que un 35% de los adultos admitieron dormir con un peluche porque les parecía acogedor y les ayudaba a tranquilizarse después de un largo día de duro trabajo.

Según el estudio, el 25% de los hombres reconoció haber llevado un oso de peluche a un viaje de negocios, ya que les recuerda a su hogar y les ayuda a conciliar el sueño cuando extrañan los abrazos de su pareja. En esos momentos, acurrucarse con un peluche evoca un sentimiento de paz, de seguridad y de calor de hogar que ayuda a dormir como en la infancia.

El estudio también demostró que el 51% de los adultos británicos conserva aún el peluche de su niñez, y que el promedio de edad de estos ositos es de 27 años.

Asimismo, uno de cada diez hombres admitió esconder su peluche cuando su novia se quedaba a dormir en su casa, y el 14% de los casados reconoció que lo esconde cuando tiene visitas. Pero lo más sorprendente de todo es que el 15% de los hombres aseguró que daba un trato de mejor amigo a su compañero de trapo y que compartía secretos íntimos con él. En este sentido, sólo el 10% de las mujeres consultadas reconoció haberlo hecho.

Pero los peluches también se heredan, puesto que el 14% de los padres admitió haber pasado su osito preferido a sus hijos.

Tras recoger los 75.000 peluches olvidados en sus hoteles, la cadena Travelodge trabajó de forma excepcional para poder reunirlos con sus dueños. En muchos casos lo consiguieron. Suponemos la alegría que se llevarían al reencontrarse de nuevo.

domingo, 28 de abril de 2013

Lee mucho para conservar joven tu cerebro

 
 

El pasado 23 de abril celebramos el Día Internacional del Libro, una jornada en la que los lectores se lanzan a la calle a buscar algo que llevarse a los ojos y al alma. Un día para volver al cobijo de las letras impresas, rindiendo homenaje al arte de contar historias. Durante unas horas, nos adentramos en mil mundos distintos, expuestos en pequeñas casetas al aire libre que nos evaden del mundanal ruido y nos invitan a soñar.

Todavía es mucha la gente que ama la lectura y valora tener entre sus manos un buen libro. Pero más allá de la satisfacción y el gozo interior que nos produce, la lectura estimula nuestra actividad cerebral, fortalece las conexiones neuronales y aumenta la reserva cognitiva del cerebro, lo que ayuda a protegernos ante enfermedades neurodegenerativas.

Para que nuestro cerebro goce de buena salud, necesita que lo mantengamos activo, que lo ejercitemos. Sin embargo, y a pesar de que es uno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo, no siempre dedicamos el tiempo suficiente a cuidarlo, de ahí que fomentar la lectura sea una de las actividades más beneficiosas para la salud. De hecho, en los últimos años han sido muchos los estudios que han relacionado el nivel de lectura y escritura con un aumento de la reserva cognitiva.
Así, fomentar la lectura ayuda a retardar y prevenir la pérdida de la memoria, lo que a su vez permitiría retrasar la aparición de enfermedades como el Alzheimer.

Además, mientras leemos obligamos al cerebro a pensar, a ordenar ideas, a interrelacionar conceptos, a ejercitar la memoria y a imaginar, lo que permite mejorar la capacidad intelectual estimulando nuestras neuronas.
Sobre todo, las positivas!

viernes, 8 de marzo de 2013

La felicidad de los niños


Lo que verdaderamente hace felices a los niños podría sorprendernos. La felicidad no es algo que uno pueda darle a un niño como un regalo. De hecho, los niños demasiado mimados (ya sea porque se les den demasiados juguetes o se les proteja emocionalmente en exceso) son más propensos a convertirse en adolescentes aburridos, cínicos y, en definitiva, infelices. Según Edward Hallowell, psiquiatra y autor de The Childhood Roots of Adult Happiness (Las raíces infantiles de la felicidad adulta), "los mejores indicadores de felicidad futura son internos, no externos". Así, lo mejor que podemos hacer es ayudar a los niños a desarrollar recursos internos que puedan utilizar a lo largo de sus vidas.

Para averiguar si un niño es feliz o no, hay que aprender a leer las señales que emite constantemente. Un niño sabe muy bien cómo mostrarnos cuándo algo le hace feliz o lo entristece. Su carita puede iluminarse con una gran sonrisa cuando sus padres llegan a casa o puede llorar desconsoladamente cuando no encuentra su osito de peluche. Las señales muchas veces son obvias: un niño feliz sonríe, juega, exhibe curiosidad, muestra interés en otros niños y no necesita estimulación constante. Y al contrario, las señales de un niño desdichado son igualmente claras: es retraído, callado, no come mucho, no se involucra espontáneamente con otros niños, no juega, no hace preguntas, no ríe ni sonríe y habla muy poco.

Paul C. Holinger, profesor de psiquiatría del Centro Médico Rush-Presbyterian-St. Luke's en Chicago hace las siguientes recomendaciones para criar niños felices:


1.- Hacer sitio a la diversión

Aunque el entretenimiento constante y comer helado de postre puede ser el sueño de todos los niños, lo que realmente les hace más felices es algo más sencillo: jugar con sus padres. Por eso, hay que crear lo que se llama una 'niñez conectada', relacionarse y divertirse con ellos. El juego genera alegría, pero también es la forma en que nuestros hijos desarrollan habilidades esenciales para su futura felicidad. El juego no estructurado le permite descubrir lo que les gusta hacer, lo cual puede orientarlos hacia una carrera o profesión que les satisfará.

2.- Desarrollar sus talentos

La receta de Hallowell para crear felicidad de por vida incluye un aspecto sorprendente: las personas felices son a menudo aquellas que dominan una habilidad. Por ejemplo, cuando un bebé practica cómo lanzar una pelota, aprende persistencia y disciplina, y luego experimenta la dicha de tener éxito debido a sus propios esfuerzos.

También obtiene el beneficio de ganarse el reconocimiento de otros por su logro. Y lo que es más importante, descubre que tiene algo de control sobre su vida: si trata de hacer algo, tiene la satisfacción de darse cuenta de que, con persistencia, llegará a lograr lo que se propone. Los estudios muestran que este sentimiento de control que se experimenta a través de dominar algo es un factor importante que determina la felicidad adulta.

3.- Tener un cuerpo sano


Mucho sueño, ejercicio y una dieta saludable son importantes para el bienestar de todos, sobre todo de los niños. Los pequeños hacen ejercicio de manera innata: enseguida se ponen a saltar, correr, escalar... Por otra parte, es importante prestar atención a poner orden en su vida: aunque algunos niños se adaptan fácilmente a distintos horarios y circunstancias, la mayoría de ellos es más feliz cuando tienen un horario establecido que les permite prever qué va a suceder a continuación.

4.- Dejar que se enfrenten a los problemas

Carrie Masia-Warner, psicóloga infantil y subdirectora del Instituto de ansiedad y trastornos del estado de ánimo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, ve la sobreprotección bienintencionada de los padres como un grave error: “Los padres tratan de arreglar siempre las cosas para sus hijos, tratan de hacerlos felices todo el tiempo. Eso no es realista. Los niños necesitan aprender a tolerar algo de angustia, algo de desdicha. Hay que dejar que luchen, que resuelvan las cosas por sí mismos, porque eso les permite aprender a enfrentarse a los problemas” .

Hallowell está de acuerdo en que permitir que los niños pasen por diversas experiencias, incluso difíciles o frustrantes, les ayuda a llenar la reserva de fuerza interior que conduce a la felicidad. Ya sea que un niño tenga 7 meses de edad y esté tratando de gatear, o que tenga 7 años y sufra dificultades con las sumas y restas, aprenderá a arreglárselas con la adversidad simplemente confrontándola una y otra vez hasta superarla con éxito.

5.- Permitir que muestre su tristeza o enojo


Cuando un niño al que queremos se va a un rincón a hacer pucheros en una fiesta de cumpleaños, nuestra reacción natural podría ser empujarlo a unirse a la diversión, pero es importante permitirle que esté infeliz. A Hallowell le preocupa que “algunos padres se angustian cada vez que sus hijos sufren un poco de rechazo, no los invitan a una fiesta de cumpleaños o lloran porque no obtuvieron lo que querían”.

Los niños necesitan saber que a veces es normal sentirse desdichados. Es, sencillamente, parte de la vida. Y si tratamos de rescatarlo de cualquier desdicha, podríamos estarle enviando el mensaje de que está mal sentirse triste. Necesitamos dejarlos experimentar sus sentimientos, incluyendo la tristeza.


6.- Sé un modelo de conducta

Para bien o para mal, los niños perciben el humor de sus padres. Incluso los bebés pequeños imitan el estilo emocional de sus papás, lo cual de hecho activa vías neuronales específicas. En otras palabras, cuando sonríes, tu hijo sonríe y su cerebro se “prepara” para sonreír. Si disfrutas de las cosas pequeñas de la vida y expresas a menudo qué te hace sentirte agradecido, serás un modelo positivo de conducta para tu hijo.

Eso no quiere decir que haya que esconder las emociones negativas. La tristeza es parte de la vida, pero al mismo hay que mostrar que siempre se puede encontrar un resquicio de esperanza.

7.- Enseñarle a hacer cosas valiosas

A medida que van creciendo, los niños pueden aprender lo satisfactorio que es ayudar a otras personas. Los estudios demuestran que la gente que hace cosas positivas se siente menos deprimida. Incluso los niños pequeños pueden beneficiarse de esta lección.

jueves, 28 de febrero de 2013

Medicamentos para enfermedades olvidadas


También de buenas noticias vive el hombre. En el año dedicado a las enfermedades raras, la fundación Medicamentos para enfermedades olvidadas ha sido galardonada con el premio BBVA por "desarrollar y distribuir tratamientos nuevos y accesibles para enfermedades ligadas a la pobreza", entre ellas, el chagas, la malaria, la leishmaniasis o la enfermedad del sueño.
El jurado de los Premios destaca que desde su creación en 2003, la fundación ha desarrollado y puesto a disposición de los pacientes, a través de los sistemas nacionales de salud, seis nuevos tratamientos para enfermedades olvidadas. Estas patologías afectan a "las poblaciones más vulnerables del mundo", por lo que se han distribuido estos fármacos especialmente en Latinoamérica, Asia y África.
Y es que a estas patologías, que generan el 90% del coste en salud del mundo, se les dedica sólo un 10% de la inversión en investigación.
Las enfermedades olvidadas afectan a mucha población, pero se trata de personas que no despiertan interés económico y que no pueden sostener un mercado, razón por la cual no se realizan inversiones en este sector. Sin embargo, para subsanar esta deficiencia, la fundación ha adoptado un modelo basado en asociaciones como la Organización Mundial de la Salud y la Panamericana de la Salud, autoridades nacionales, agencias regulatorias, institutos de investigación, compañías farmacéuticas y organizaciones no gubernamentales.

Muchos afectados y poco dinero

Se estima que más de 1.000 millones de personas -una de cada seis en el mundo- padece alguna de las 17 enfermedades tropicales consideradas olvidadas por la OMS. Y, de ellas, 500 millones son niños. Estas enfermedades causan medio millón de muertes al año. Si a estos datos se añaden las de otras patologías ligadas a la pobreza como la malaria, la población afectada llega a los 3.000 millones de personas.
La institución es un organismo independiente, autosuficiente y sin ánimo de lucro cuyo objetivo es mejorar el acceso y la entrega de medicamentos esenciales y suministro médico de alta calidad al precio más reducido para países de medios y bajos ingresos. Nació hace 10 años por la iniciativa conjunta de siete instituciones públicas y privadas: Médicos sin Fronteras, Consejo Indio de Investigación Médica, Instituto de Investigación Médica de Kenya, Ministerio de Salud de Malasia, Instituto Pasteur (Francia), la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) de Brasil, y el Programa Especial para la Investigación y Entrenamiento en Enfermedades Olvidadas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Con un equipo de unas 120 personas repartidas en sus sedes de Suiza, Brasil, Congo, Kenia, India, Malasia, Estados Unidos y Japón, coordina una red de colaboradores que integra un total de 600 personas que trabajan en contacto con las instituciones públicas y privadas que se implican en cada proyecto concreto.

Implicar a diferentes instituciones

El objetivo es descubrir y desarrollar nuevos tratamientos para las 'enfermedades olvidadas' y para otras ligadas a la pobreza, asegurándose además de que sean accesibles de forma equitativa para la población de los países más desfavorecidos. Dadas las condiciones de los destinatarios, el tratamiento ideal debe tener las propiedades de ser administrado oralmente, ser seguro, eficaz, de bajo costo y corta duración. "El diagnóstico debe ser sencillo y el hecho de que sea oral y de corta duración es para evitar que tengan que desplazarse horas o incluso días para recibir un tratamiento hospitalario", afirman desde la fundación.
Asimismo, la estrategia consiste en detectar la necesidad de un tratamiento e implicar tanto a instituciones públicas como privadas, incluidos laboratorios farmacéuticos, para desarrollarlo, producirlo y distribuirlo. Entre los numerosos éxitos destaca el tratamiento para la enfermedad del sueño: "Fue un gran cambio -dicen desde la fundación-. Era difícil entrar en un hospital sabiendo que al usar medicinas derivadas del arsénico, un 5% de los pacientes iban a morir por la toxicidad del tratamiento. Pero no teníamos otra solución porque la enfermedad del sueño mataba al 100%".
Actualmente se está promoviendo la investigación para tratar otras dos enfermedades: la filariasis y el VIH pediátrico. Así, la fundación tiene en marcha un total de 30 proyectos en diferentes etapas del proceso y 11 de ellos son candidatos a generar nuevos fármacos. Si todo va bien, podríamos tener un tratamiento único para tres enfermedades ligadas a la pobreza con un precio mucho más bajo que los que tenemos ahora mismo.
En definitiva, un poco de luz para tanta sombra.
 
 

miércoles, 28 de diciembre de 2011

La actitud cuenta (y mucho)

¿No sería maravilloso que pudiéramos despertarnos todos los días de buen humor, con la autoestima por los aires, encantados de la vida y de todo lo que nos rodea? Para eso no es necesario que las cosas nos vayan siempre bien, sino que nos sintamos agradecidos y orgullosos de lo que tenemos.



miércoles, 21 de diciembre de 2011