miércoles, 7 de enero de 2009

NOSTALGIA

Para unos, es escuchar algunas notas de una canción que recuerda un viejo amor; para otros, el sabor de un postre que hacía la abuela, y para muchos otros el sufrimiento de pensar en algo que hemos tenido y que ya no tenemos. En cualquier caso, esta vuelta al pasado puede ser más saludable de lo que pensamos. Pese al sabor agridulce de la nostalgia y al consejo generalizado de vivir el momento, varios estudios recientes sugieren que el ocasional desvío hacia el mundo de los recuerdos puede mejorar significativamente nuestro estado de ánimo.

Los trabajos realizados por un equipo de la Universidad de Southsampton (Reino Unido), capitaneados por el investigador Tim Wildschut, junto a científicos de la Universidad Sun Yat-Sen (China), revelan que este sentimiento puede mejorar la salud, aumentar la autoestima y fortalecer los lazos sociales, haciendo que la vida cobre más sentido. Así, la nostalgia se convertiría en un poderoso factor de estímulo del estado de ánimo. Dado que los recuerdos a menudo involucran a personas importantes en nuestras vidas, éstos pueden darnos un reconfortante sentido de pertenencia.

La mayoría de las personas rememora el pasado cuando está sola o se siente decaída, lo cual sugiere que buscamos recuerdos agradables como antídoto cuando nos sentimos tristes. Según Fred Bryant, psicólogo de la Loyola University (Chicago), "las reminiscencias pueden motivar a una persona, y aún más importante, pueden darle una sensación de estar arraigada, un sentido de significado y propósito, en lugar de estar sometida a los caprichos de la vida diaria".

Los investigadores aseguran que la gente que está dispuesta a experimentar nostalgia también tiende a ver su pasado de manera positiva, lo cual apoya la idea de que existe una personalidad propensa a la nostalgia. Así, las personas con una tendencia natural a ella tendrían una alta autoestima y tenderían menos a la depresión, ya que harían frente a los problemas de manera más efectiva y estarían más dispuestas a recibir apoyo social después de experimentar estrés.

No obstante, incluso gente que no es particularmente nostálgica puede disfrutar de los beneficios de recordar los buenos tiempos de antaño. Para obtener mejores resultados, hay que tratar de revivir las cosas en la mente más que en el papel, pensarlas mejor que escribirlas. Y es que los acontecimientos positivos están rodeados de magia y misterio, así que analizarlos sería como correr el velo y hacer que experiencias maravillosas se tornen más comunes.

Alguno puede pensar que rememorar los buenos tiempos puede desatar emociones dolorosas. Recordar un triunfo profesional, por ejemplo, puede hacer sentir a alguien que su gloria quedó atrás, o pensar en los agradables días que pasamos con un ser querido que murió puede ser un triste recordatorio de que ya no está con nosotros. Sin embargo, esto no tiene por qué ser así. La diferencia entre sentirse bien y mal estriba en si nos concentramos más en cuán positivas fueron las cosas pasadas o, por el contrario, en el hecho de que quedaron atrás y nunca volverán. Sólo las personas que ven cada buena experiencia como algo permanentemente enriquecedor tienen más probabilidades de estimular su estado de ánimo. Pero una persona que se enfoca principalmente en el contraste entre pasado y presente condena toda buena experiencia con la actitud de que nada en el futuro puede estar a la misma altura.

Personalmente, creo que es un buen consejo ir por la vida acumulando buenos momentos para rememorarlos después, tomar una fotografía mental de ellos y conservar esa sensación por si algún día la pudiera necesitar.

De momento, a bote pronto, he recogido un vídeo que hace que añore "Aquellos Maravillosos Años".

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me voy a poner repollo. Nostalgia, etimológicamente, deriva de dos palabras griegas que significan dolor por el pasado, y que adaptamos al castellano para hacer referencia a un dolor por lo que se tuvo y ya no se tiene. Por tanto, la nostalgia no tiene un matiz positivo, aunque a menudo se hable de ella como algo edulcorado. No obstante, totalmente de acuerdo en que una mirada al pasado siempre es necesaria, nos duela o no.

Anónimo dijo...

Efectivamente, la palabra nostalgia viene de "nostos" (regreso) y "algos" (dolor). Es un término que inspiró Ulises tras salir victorioso de la Guerra de Troya, ya que su único anhelo era regresar a Ítaca con su amada Penélope. El periplo duró muchos años, pero precisamente esta nostalgia, este deseo de volver de Ulises fue lo que guió su voluntad y lo que le dio fuerzas para enfrentarse a todo tipo de monstruos y criaturas; incluso evitó que cayera en los brazos de la bella ninfa Calipso. Sentir nostalgia es tener consciencia de tu propia vida, de lo que has sido y de lo que serás.

Anónimo dijo...

MARÍA MOLINER en su diccionario (lo sigo teniendo de cabecera), describe la nostalgia tal como ambos lo habéis hecho. Menciona como sinónimo la "añoranza". Pues bien, independientemente de lo que literalmente significa, yo os voy a contar mi experiencia: muchos días me sorprendo sonriendo tras recordar una escena del pasado, sobre una situación muy agradable que ya no me ocurrirá jamás. Sin embargo sigue haciéndome sonreir. ¿le buscamos otro nombre o nos quedamos con el de "nostalgia".