jueves, 5 de febrero de 2009

HELLO KITTY A GOGÓ


Mires hacia donde mires y vayas donde vayas, te encontrarás la imagen de una Hello Kitty. Eso ocurrirá si has decidido traer al mundo a tus retoños en el hospital Hau Sheng de Taiwán, que ha sido decorado de arriba abajo con el personaje de animación japonés. Las sábanas, las cunas, los uniformes de las enfermeras, los pañales, biberones y hasta los certificados de nacimiento, o sea, ABSOLUTAMENTE TODO tiene la huella de la Kitty. ¡Qué cosa más mona!

El pasteloso al que se le ocurrió la idea asegura que este hospital temático tiene como único fin reducir el estrés del parto en las mujeres que den a luz allí gracias al color rosa del personaje y a su familiaridad. Las parturientas son recibidas en el hall de entrada por una gran estatua de la famosa gata vestida con uniforme sanitario -muy profesional, sí señor-, una imponente imagen que a cualquiera nos haría retroceder sobre nuestros pasos y proceder al parto en el mismo taxi que nos ha llevado hasta allí. Pero el caso es que las mujeres asiáticas que han ingresado en este hospital coinciden en afirmar que se han sentido reconfortadas desde el primer momento, supongo que deseando que la 'Kitty anestesista' les pusiera la epidural. Tras el recibimiento, deben coger un ascensor rosa para subir a la sala de exámenes, la cual -¡oh, sorpresa!- está empapelada con imágenes de la dulce muñequita.

La maternidad cuenta con sólo 30 camas. Tampoco deben necesitar más, porque la demanda está muy segmentada. Para que nadie se lo tome a guasa, el director del centro hospitalario, Tsai Tsung-chi, hace hincapié en que es la única institución de este tipo que ha obtenido el permiso necesario de la firma Sanrio Co Ltd para utilizar la imagen de Hello Kitty con estos fines. Su único deseo es que "todo el que venga aquí pueda recibir atención médica mientras estos dibujos traen una sonrisa a su cara, de manera que les ayude a olvidarse de las molestias y a recuperarse antes".

Pues será verdad, porque a mí, que no he pisado el hospital, ya me ha hecho reír un rato y olvidarme de algunas preocupaciones. No quiero ni imaginar lo que debe ser estar metida en un quirófano rosa con contracciones cada tres segundos y con un ginecólogo travestido de gatita. Menuda experiencia.

Por los recién nacidos no hay problema. A esa tierna edad sólo ven sombras, por lo que los tonos pastel que rodean sus primeros días de vida no les afectarán en absoluto. Lo que sí puede afectarles es el tipo de padres a los que ha ido a parar. Pero quizás sea para bien.

Aquí van más fotos.







2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡QUE BONITO! Parece que entras en un mundo fantástico. Menos mal que a los niños (según fotos) nos los visten también de rosa. Anda que...

Anónimo dijo...

me parece una buena idea! ojala yo hubiera parido en ese hospital, desde luego las risas están aseguradas.D