viernes, 20 de marzo de 2009

Tiempo de margaritas


Todos los años por estas fechas me pasa lo mismo. Tan pronto estoy eufórica como de bajón. La ciclotimia es mi estado natural durante unos cuantos días y, por mucho que me rebele, poco puedo hacer para evitarlo. Sí, mi relación con la primavera tiene algo de perturbador, así que me afectan para bien o para mal sus idas y venidas. El aire que respiramos se carga de polen, lo que deriva en una buena alergia, a lo que le sigue la consabida astenia. El Multicentrum ya no es suficiente y necesito otras maneras de cargar las pilas. Mi organismo se pone a prueba y, aunque acabe ganando la partida, la lucha le deja una sensación extraña. Y es que la primavera entra por mis ojos como el estallido de una revolución.

Eso sí, no puedo negar que es un mal necesario que me prepara para disfrutar de lo que deja a su paso: paisajes hermosos, brisas suaves, etc, etc. ¿Quién no ha recibido con gusto el sufrimiento alguna vez a sabiendas que lo que vendrá después le compensará con creces? Pues eso.

Así que hoy voy a recibir a la primavera con resignación, pero con la esperanza de que cambie un montón de cosas a su paso. Que se lleve lo malo y que haga florecer lo bueno. Aunque duela, aunque tengamos que prescindir de las ramas viejas para que broten otras nuevas.
Mientras tanto, deshojaremos las margaritas.

lunes, 16 de marzo de 2009

RECICLA LO QUE PUEDAS


El reciclaje es fundamental por dos cuestiones: la primera, para cuidar del medio ambiente evitando la acumulación de residuos; y la segunda, para optimizar nuestros recursos. Pero no en todos los puntos del planeta se reciclan las mismas cosas, eso depende de la cultura, la situación económica, las circunstancias y los estilos de vida de cada país. Por ejemplo, en Kenia ahora se reciclan chanclas.

Se trata de un innovador proyecto medioambiental que se está convirtiendo en un arma frente a la invasión de basura procedente de Asia. Y es que las chanclas han sido siempre una auténtica pesadilla para los habitantes del norte de Kenia, que llevan tiempo quedándose pasmados ante la cantidad de zapatillas que las mareas arrastran hasta sus costas. Ya no saben qué hacer con ellas. Es una plaga que hay que erradicar, y qué mejor forma que intentar sacar partido de la situación transformando estas chanclas en todo tipo de utensilios.

Julie Johnstone, experta en corales y fundadora de la innovadora The Flip Flop Recycling Company, una empresa única en el mundo especialista en la recogida de este tipo de calzado, explicó que la Corriente de Somalia provoca que cada año miles de pares de chanclas procedentes de China, la India, Malasia e incluso Madagascar acaben en las playas de Kenia. Sólo en 2008, los 150 colaboradores que la empresa tiene patrullando las playas kenianas recogieron 12.000 kilos de chanclas desechadas, o el equivalente a 36.000 pares. En sus cuatro años de vida, han recogido 70 toneladas. Johnstone denuncia que los océanos se han convertido en inmensos vertederos de basura de todo el mundo, motivo por el cual sufren unos niveles de contaminación tan altos. De hecho, la experta asegura que existe un vertedero flotante de un kilómetro de profundidad que se extiende entre Japón y Hawai, donde se acumula una masa flotante de plásticos y desechos que equivale a dos veces el tamaño de Estados Unidos.

Desde Nairobi, centro de operaciones de The Flip Flop Recycling Company, se coordina la recogida y transformación de chanclas. Pero la empresa también se encarga de que la tarea tenga un fin social, proporcionando un trabajo a los más necesitados, especialmente a las mujeres. "Nuestro objetivo es limpiar el mar, pero también dar un trabajo creativo a los locales, que, de esta manera, aprenden que el arte puede ser una salida al desarrollo", explica Johnstone. "La idea es lanzar el mensaje de que en África tenemos la solución a problemas globales como la contaminación de los océanos".

Todo empezó en la isla keniana de Kiwayu, en la frontera con Somalia, donde Johnstone trabajaba entonces. "De repente un día descubrí que las mujeres locales se dedicaban a recoger las sandalias y que muchos niños las convertían en juguetes". Hoy, The Flip Flop Recycling Company no sólo hace juguetes, sino también todo tipo de complementos y útiles a partir de chanclas, pero también de bolsas de plástico, neumáticos y todo lo que salga del mar.

martes, 10 de marzo de 2009

"BAD BOYS"

Mi corazón adolescente siempre perteneció a los Pistons de Detroit. Con la edad, mis gustos se han refinado y ahora se inclinan hacia el lado de Los Ángeles Lakers, pero en plena ebullición de hormonas, allá a finales de los 80 y principios de los 90, el baloncesto de los "bad boys" me traía loca. Su manera de interpretar el juego, más agresiva, intensa y física de lo que se había visto hasta entonces revolucionó la NBA y su manera de entender el basket.

Así que ahí estaba yo todos los viernes por la noche escuchando a uno de los mejores comentaristas que ha dado este deporte, Ramón Trecet, y disfrutando con mi equipo, como cualquier aficionado. Me tocaron los mejores años de los Pistons. Tras unas décadas (60 y 70) dominadas por la mediocridad, en 1981 la suerte empezó a sonreir a la franquicia tras la selección de Isiah Thomas en el puesto número 2 del Draft de ese año. Al año siguiente, en 1982, adquirieron al pívot Bill Laimbeer (puesto 21 de la tercera ronda) y a Vinnie "microondas" Johnson, llamado así por su habilidad para anotar muchos puntos en poco tiempo. En 1985 se incorporó el escolta Joe Dumars (también procedente del Draft, en la 18ª posición) y Rick Mahorn (conocido como Baddest Bad Boy of them all -el más malo de los chicos malos-) de un traspaso con Washington Bullets.

No fue hasta 1987 cuando Chuck Daly, el entrenador, se dio cuenta de que, para ganar partidos, su estilo debía volverse más agresivo y orientado a la defensa, un método que siguió al pie de la letra el equipo, que pronto se ganó el apodo de "Bad Boys". A partir de ese año se fichó a otros jugadores que llegaron a ser claves en el equipo como John Salley (seleccionado en la undécima posición del Draft) y Dennis Rodman (¡elegido en la 27ª posición de la segunda ronda!! -¿alguien se lo puede creer?-). Con la plantilla ya conformada, el equipo llegó ese año a las Finales de Conferencia contra los todopoderosos Celtics, equipo que los eliminó en unos partidos muy disputados.

Tan mal les sentó esta eliminación, que los Pistons ajustaron más su estilo "bad boy" y vengaron sus eliminaciones anteriores ante el equipo de Larry Bird en las Finales de Conferencia de 1988 derrotándole en seis partidos y avanzando a las finales de la NBA por primera vez en su historia. Su primera experiencia en las finales fue frente a Los Ángeles Lakers, liderados por Magic Johnson (íntimo amigo de Thomas), James Worthy y Kareem Abdul-Jabbar. Después de unas finales muy reñidas, los Pistons perdieron el campeonato en el 7º partido con un Isiah Thomas tocado por una lesión en el tobillo.

Sin embargo, en 1989, con la entrada en el equipo de Mark Aguirre, los Pistons se desquitaron llegando de nuevo a las Finales frente a los Lakers y ganando su primer anillo en solo 4 encuentros. Un año más tarde, en 1990, volvieron a defender exitosamente su título anterior. El equipo llegó a las Finales de la NBA por tercera vez consecutiva ganando el decisivo encuentro por 93-74 a los Portland Trail Blazers. Isiah Thomas fue nombrado el MVP de The Finals.

A partir de 1991 fueron perdiendo fuelle y yo empecé a salir más por ahí, con lo que mis citas del viernes por la noche cambiaron de escenario. En 1993 se retiró del baloncesto Bill Laimbeer, y en 1994 lo hizo Thomas, quien había desarrollado toda su carrera en los Pistons (su camiseta con el número 11, igual que la de Laimbeer con el 40, fue retirada como homenaje por Detroit). Y ya nada volvería a ser como antes. Pero que les quiten lo bailao. Un equipo sin estrellas deslumbrantes (quizá fuera Thomas el único) fue capaz de imponerse a los mejores a base de intensidad, ganas e incluso vehemencia. Y es que todos contaban. Joe Dumars formó, junto a Thomas, una de las mejores parejas base-escolta de la historia de la NBA. Jonh "Spider" Salley, que asumió desde el principio su condición de sexto hombre en el equipo, se ganó este apodo por la forma de intimidar bajo el aro a sus oponentes con sus interminables brazos. Dennis Rodman, antes de teñirse el pelo y desvariar con sus excentricidades, tenía unas habilidades defensivas fuera de lo común (provocaba como nadie las faltas en ataque del contrario) y era uno de los mejores reboteadores del momento (llegó a promediar 18 rebotes por partido). Además, Rodman fue el jugador con mejor porcentaje de tiro de campo en 1989 y durante esos gloriosos años tuvo una intensa ética de trabajo y una gran fuerza física, ya que procedía del atletismo. No jugó nunca al baloncesto hasta que el año que cumplió los 18 creció 27 centímetros de golpe (mide 1,98 m.). El fuerte carácter de Laimbeer también empujó al equipo en momentos decisivos. Era un buen anotador y un excelente reboteador. Tras 14 temporadas en la liga, llegó a ser el decimonoveno jugador de la historia en conseguir más de 10.000 puntos y 10.000 rebotes.

En definitiva, un estilo de juego donde triunfa un carácter, una forma de entender el baloncesto y, fundamentalmente, un equipo donde cada uno tiene muy claro su papel, donde todas las piezas encajan para que el engranaje funcione a la perfección. Lástima que el reinado no durara más años, me hubiese ahorrado muchos momentos insustanciales de viernes noche a partir de los 17 años.

viernes, 27 de febrero de 2009

"Mas cuando tú des limosna, no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha"

La frase pertenece a la Biblia, más concretamente al Sermón en la montaña que da Jesús a sus discípulos y a la multitud de gente que se encuentra reunida en torno a ellos.
Habla de la verdadera generosidad, aquélla que no necesita ir precedida de grandes trompetas para hacerla brillar. No necesita ser alabada por nadie, porque en sí misma obtiene su recompensa.

Al margen de honrosas excepciones (que, por fortuna, conozco), muchos de los actos generosos que se dan en nuestra sociedad suelen ir anunciados a bombo y platillo para que puedan ser admirados por todos. Somos como "empresas" que, para cuidar su imagen, necesitan hacer marketing y publicidad. Para que los demás tengan un buen concepto de nosotros, para que suban nuestras acciones, tenemos que vendernos un poquito. Así, la intención resta bondad a nuestra acción. De todos modos, éste es el menor de los males, porque las personas que son objeto de esta "generosidad" salen igualmente beneficiadas.

Pero la generosidad más grande que conozco es la que cualquier padre o madre que se precie es capaz de dar a sus hijos. Es una generosidad muda, en estado puro. Es el muro donde se estampan los reproches (parientes cercanos de la generosidad mal entendida), porque nace del amor más absoluto e incondicional.

Un buen padre me ha enviado esta mañana este spot de la ONCE que pertenece a una de sus últimas campañas y que hemos visto varias veces por televisión. Dice que en apenas un minuto y medio este anuncio resume perfectamente lo que es ser madre o padre. Y es verdad, porque un solo gesto lleva implícito todo lo demás.


martes, 24 de febrero de 2009

TANGO DE OSCAR

Ya que continuamos con la resaca de los Oscar (¡bien por Pe!), ahí va un fragmento de la película de 1992 Esencia de mujer, donde Al Pacino se marca un tango, no demasiado bien bailado, pero sí con suficiente carga dramática como para merecer el Oscar de ese año al mejor actor.
Se trata de un remake de la película italiana de 1974 "Perfume de mujer" (Profumo di donna), que narra la historia de la relación entre un oficial del ejército retirado, que sufre de ceguera, y un joven estudiante que le sirve de lazarillo en la gran ciudad de Nueva York.
El coronel tiene un olfato refinado para reconocer el perfume de cada mujer, lo que le permite entablar conversaciones con ellas. En una de esas charlas conocen a una joven y hermosa dama (llamada Donna -"mujer" en italiano-), con la que baila el tango "Por una cabeza" de Carlos Gardel.
Para rodar esta escena, Al Pacino tuvo que tomar clases de tango en el Dance Sport, una escuela de danza de Manhattan, y hacerlo con una cinta que le cubriera los ojos, ya que su personaje es ciego.
Además del Oscar al mejor actor, este filme obtuvo otras nominaciones, como mejor película, mejor director y mejor guión adaptado.


viernes, 20 de febrero de 2009

Anestesiar los malos recuerdos


Es la primera vez que un experimento de este tipo se realiza en humanos. En breve, es posible que podamos borrar recuerdos relacionados con nuestros miedos a través de un mecanismo muy sencillo. Bastará con administrar al paciente una dosis de propranolol antes de la evocación del recuerdo. Este sencillo gesto 'rompe' el proceso de reconsolidación de la memoria y ésta desaparece o permanece en el olvido.

La ciencia descubrió que durante los primeros compases de formación de un recuerdo era posible actuar sobre ellos y hacerlos desaparecer. Durante años, se creyó, sin embargo, que los recuerdos ya consolidados en la memoria eran inamovibles. Pero pronto numerosas investigaciones realizadas en animales dieron con su talón de Aquiles: la reconsolidación. Cada vez que se evoca una determinada memoria, ésta puede ser modificada y, por tanto, eliminada. Ahí fue donde centraron sus esfuerzos los especialistas en la materia.

Merel Kindt y sus colegas del Departamento de Psicología Clínica de la Universidad de Amsterdam decidieron poner en marcha con seres humanos lo que otros habían llevado a cabo en animales. Un total de 40 sujetos se prestaron para el ensayo que borraría de sus mentes un recuerdo que se les había creado mediante un sencillo ejercicio de condicionamiento del miedo (mostrándoles fotos de arañas).
Un día después de la adquisición de ese miedo, la mitad de los participantes recibió un placebo y la otra una dosis de 40 mg de propranolol y se dispusieron para la reactivación del recuerdo. Veinticuatro horas más tarde, aquellos que habían tomado el fármaco no mostraron reacción de miedo frente al estímulo (en este caso, las imágenes de arañas) en contra de lo que ocurría en el grupo del placebo.

Sencillamente, no tenían miedo a las imágenes porque no recordaban que debían tenerlo. "Un resultado muy prometedor para el tratamiento de memorias intrusivas (aquellas persistentes e indeseadas) tales como las que suceden en el síndrome de estrés postraumático", explica Joseph LeDoux, catedrático de Neurociencia y Psicología en la Universidad de New York, uno de los máximos exponentes en este campo.

El propranolol, un fármaco consumido por millones de hipertensos en el mundo, actúa sobre los receptores beta-adrenérgicos de la amígdala (estructura cerebral relacionada con el aprendizaje emocional y la modulación de la memoria) durante el procesamiento de información emocional. Es posible, según aventuran los investigadores en la revista 'Nature Neuroscience', que "interrumpa la síntesis de proteínas de la memoria amigdalar del miedo, provocando la alteración de ese recuerdo". Así, estos hallazgos muestran que podremos desarrollar técnicas que reduzcan permanentemente miedos como los del estrés postraumático, fobias y otros trastornos de ansiedad.
Una vez más, medicina para el alma. Afrontar los sentimientos negativos puede ser un proceso muy doloroso; por tanto, mejor anestesiarlos, huir de ellos. Muerto el perro, acabada la rabia. Se acabaron los tiempos en los que "no quedaba otro remedio" que elaborar nuestros miedos y traumas, desmenuzarlos hasta superarlos, de manera que se asumían como algo natural de la persona, como condición para crecer.
El sufrimiento, al igual que la felicidad, es algo intrínseco del ser humano, propio sólo de él. Pero su camino puede resultar largo y tortuoso, así que no es de extrañar que caigamos en la tentación y valoremos las posibilidades que nos ofrece el atajo. Y es que cada vez somos más química y menos física, más experimento de laboratorio que hombres y mujeres con penas y alegrías. Falta afectividad, empatía, personas que cojan el toro por los cuernos. Sin embargo, he decidido incluir esta noticia en mi neurona positiva por dos cosas. Una, porque representa la lucha del hombre contra su naturaleza, algo que sólo puede conseguirse con esfuerzo, ambición, capacidad de trabajo y ansias de superación. Y dos, porque, en el fondo, me dan mucho miedo los toros, así que puede que no esté de más tener a mano algo que me haga más llevadera una posible empitonada.

martes, 17 de febrero de 2009

CHOLLOS: Haberlos, haylos. Pero hay que ir a buscarlos


El departamento de Turismo del estado australiano de Queensland ha lanzado una campaña de publicidad que en realidad es un concurso, cuyo ganador conseguirá un contrato de trabajo remunerado con un sueldo de 100.000 dólares estadounidenses (76.000 euros) por vivir como turista en una isla tropical durante seis meses. A ver quién encuentra una oferta mejor en Infojobs.
No es de extrañar pues que, ante sorprendente reclamo, más de 18.000 personas hayan enviado ya su solicitud para participar en el 'proceso de selección'. Los únicos requisitos para presentarse a esta nueva oferta es saber nadar y bucear, estar preparado para conocer gente nueva, hacer fotos y vídeos en los viajes que realice por las islas y, por último, comprometerse a explicar sus experiencias por internet -toda la información tendrá que ser publicada semanalmente en un blog-. Además, esta oferta de trabajo incluye los vuelos y el alojamiento en Queensland durante los seis meses de duración que tiene.
Si estás leyendo este post, que sepas que el plazo para enviar las solicitudes finaliza el próximo domingo, 22 de febrero. Pero antes tendrás que preparar un vídeo de promoción, al estilo de los que hacen los concursantes de Gran Hermano, explicando tus motivaciones para acceder al puesto y 'vendiéndote' un poquito. Tras una intensa y ardua deliberación, el departamento de Turismo anunciará el 2 de marzo una lista con 11 candidatos a los que entrevistará al día siguiente. El ganador, sin embargo, no se conocerá hasta el próximo 6 de mayo.
El plan publicitario tiene como objetivo lograr que los medios de comunicación se hagan eco de la noticia y promocionen así la Isla de Hamilton, la Gran Barrera de Coral y las playas tropicales de Queensland, en Australia. Una maravilla de la naturaleza que, en los últimos años, ha visto perder miles de turistas.