martes, 2 de diciembre de 2008

MILAGRO VERSUS ¿SUGESTIÓN, CIENCIA, AZAR...?

Cinco nuevos milagros podrían sumarse a los 67 que la Iglesia Católica atribuye oficialmente a la Virgen de Lourdes. El Comité Médico Internacional de este santuario acaba de anunciar cinco nuevas curas atribuibles a causas milagrosas. Parece ser que desde 2004, cinco franceses de entre 40 y 69 años se han curado por motivos que no tienen una clara explicación médica. Entre ellos, una mujer de 40 años que sufre esclerosis múltiple desde 1993. Tras un peregrinaje a Lourdes en 2004, la enferma tuvo una súbita mejoría: la movilidad de los miembros inferiores y la desaparición de los síntomas.

El reconocimiento oficial de cinco milagros de tacada sería algo insólito en nuestros días, ya que en 150 años y con más de 10 millones de visitantes, apenas se han obrado 67 milagros en Lourdes, en el más estricto sentido teológico de la palabra. Además, en las últimas cuatro décadas han recibido la consideración de milagrosas una o dos curaciones como mucho. Y es que gracias al progreso de la medicina, situaciones que hace apenas un cuarto de siglo llevaban implícita una sentencia de muerte, como la leucemia, son ahora objeto de tratamientos de rutina mediante una combinación de fármacos nuevos y de intervenciones quirúrgicas avanzadas.

En la actualidad, los implantes de cóclea pueden hacer que los sordos oigan; los transplantes de retina pueden devolver la vista a los ciegos; algunos fármacos antiinflamatorios permiten que los cojos anden; y sofisticadas pruebas son capaces de descubrir un cáncer dentro de nuestro cuerpo incluso aunque sólo estén mal unas pocas células. Asimismo, los investigadores saben que la conexión a voluntad de determinados genes puede provocar la eliminación espontánea de células cancerosas, aunque sigue siendo un misterio qué es lo que desencadena de pronto este proceso. Para los creyentes, bien podría ser Dios.

Estas nuevas curaciones susceptibles de convertirse en milagros tienen mucho mérito en los tiempos que corren. ¿Qué fenomeno se ha producido en estos enfermos que no encuentra justificación mediante el entendimiento científico tan desarrollado actualmente? ¿Será un verdadero acto de fe o es que aún le queda mucho a la ciencia por investigar? A medida que aumenta el conocimiento de la genética humana y de los procesos bioquímicos del cuerpo, es posible que fenómenos que hoy resultan inexplicables lleguen a depender de mecanismos demostrables en el plazo de 10 ó 20 años.

El caso es que hace un siglo no se planteaban tantas complicaciones. Los peregrinos enfermos apenas tenían acceso a cuidados médicos o se les aplicaban terapias de una eficacia muy limitada, por lo que las curaciones parecían mucho más extraordinarias. Su diagnóstico estaba basado exclusivamente en síntomas, y éstos pueden estar sujetos a interpretaciones erróneas.

Mientras tanto, en Lourdes, los milagros son investigados con lupa para impedir que las pretensiones fraudulentas empañen la reputación del santuario. En 1883, ocho años después de que los enfermos empezaran a acudir al santuario, se constituyó una Oficina Médica para que investigara las declaraciones de curaciones milagrosas y las diferenciara de aquéllas provocadas por pura ilusión o por fraude.

Pero en Lourdes cada vez se habla menos de milagros, puesto que se sabe que la medicina o simplemente un azar del destino pueden explicar muchos de esos fenómenos. El sentido de la peregrinación a Lourdes reside en el ambiente de solidaridad que se respira. Todos aquéllos que acuden al santuario se benefician de un entorno en el que todos -vayan a pie, en camilla, muletas o silla de ruedas- pueden participar. Y si bien la oración es muy probable que no produzca recuperaciones milagrosas, está comprobado, según algunas pruebas clínicas realizadas en EEUU, que los pacientes de edad avanzada que rezan durante el primer año que sigue a una intervención quirúrgica de bypass de la arteria coronaria sufren menos depresiones y menos ansiedad, unos factores que se sabe que perjudican la recuperación. Así que será verdad que la fe, el pensamiento positivo, el creer en algo que puede mejorar las cosas puede ayudar a sobrellevar un mal trago.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una mente sana, positiva, no te garantiza inmunidad, pero desde luego que una mente retorcida, negativa, te garantiza una existencia desgraciada y una úlcera de estómago.

Anónimo dijo...

Mantener el pensamiento positivo en situaciones adversas es tarea difícil. No obstante, es verdad que haciendo un esfuerzo cada hora de cada día, se puede conseguir. En cuestión de milagros, el poder de la mente, por ejemplo, es ya un milagro. Y también se puede considerar un milagro transformar la ira, la rabia, el dolor, las humillaciones que sentimos en sosiego, prudencia y perdón.