Que la música es beneficiosa para la salud cardiovascular no es un secreto para nadie. Pero no todas las melodías tienen el mismo efecto en nosotros. Según la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland (Baltimore), escuchar ritmos alegres o una canción que nos hace sentir bien provoca un sentimiento de bienestar que es capaz de influir en el endotelio, el tejido que recubre el interior de los vasos sanguíneos, haciendo que se dilate y que, por tanto, permita un mayor flujo de la sangre.
Por el contrario, la música que aumenta nuestra ansiedad o que nos pone tristes actúa reduciendo el calibre de venas y arterias, por lo que podría tener un potencial efecto dañino. De ahí que los investigadores concluyan que "la música podría ser otra estrategia preventiva que deberíamos incorporar a nuestras vidas para cuidar la salud del corazón".
Esto refuerza la teoría de mi neurona positiva, que se ha empeñado en buscar desesperadamente emociones que le hagan sentir bien, ya sea a través de la música, del cine o de las afirmaciones positivas del día a día. Dice que su equilibrio emocional está en peligro.
Así que una vez más le he hecho caso y he buscado un par de vídeos que sé que le van a gustar:
Good Vibrations (Beach Boys)
You better think (Aretha Franklin)
1 comentario:
La música es, entre otras cosas, la vida en movimiento. Mientras hay movimiento hay vida.
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