SOPA DE CRISIS PARA EL ALMA

Varios periódicos se hacen eco hoy de la caída del 4,3% que experimentará en Navidad el gasto medio de los hogares españoles. Según anticipa el informe de la consultora Deloitte, que estudia el consumo navideño en una veintena de países, el gasto en España caerá un 6,8% en la compra de regalos, un 4,1% en las visitas a los bares y restaurantes, y el 1,8% en alimentos. Así pues, viviremos unas navidades con economía de crisis, marcadas "por la moderación, la prudencia y la racionalidad" en el consumo. Es decir, que la responsabilidad a la hora de consumir no viene marcada por una cuestión racional ni de simple sentido común, sino porque hay menos dinero para gastar. Bueno, al menos ahí está la crisis para recordarnos de vez en cuando qué es lo importante y de qué cosas puede uno prescindir.

Así, por una vez -y sin que sirva de precedente- renunciaremos a los caprichos, las marcas y el lujo. Buscaremos ofertas, sobre todo en los supermercados, y aguardaremos a las rebajas en busca de regalos "útiles".

Como se suele decir, de la necesidad se hará virtud.